Chris Anderson, periodista de formación y siempre apasionado por la tecnología, dirige hoy en día la exitosa y mundialmente conocida organización sin fines de lucro TED. Durante su vida, Anderson creó más de cien revistas y sitios web, en especial sobre temas tecnológicos, hasta que en 1996 fundó la Sapling Foundation con el fin de crear un escenario de divulgación de ideas inspiradoras y novedosas para el beneficio de la humanidad. En 2001 adquirió la fundación TED, antes centrada solo en temas de tecnología, para ampliar aún más este propósito y construir una plataforma global en Internet para que cada día más gente tuviera a su alcance y de forma gratuita grandes ideas innovadoras de personas de todo el mundo.
Una llamada a redescubrir la mejor idea que ha tenido la humanidad
Chris Anderson ha sido testigo de los más importantes hallazgos, inventos e innovaciones tecnológicas de los últimos veinte años. Un día, al recapitular sobre todas las enseñanzas que había extraído a lo largo de su andadura como director de TED Talks, reparó en el hilo que conectaba todas esas grandes lecciones: la generosidad.
Poco después, el colapso del coronavirus lo llevó a explorar los mecanismos del contagio. Fue entonces cuando concluyó que hay algunas pandemias, como la de la generosidad, que pueden llegar a mejorar el mundo. Y que, aunque un acto altruista individual pueda tener poca influencia, si conseguimos hacerlo contagioso producirá una reacción en cadena capaz de impulsar comportamientos positivos a nivel colectivo.
En este inspirador ensayo, Anderson muestra cómo las mismas tecnologías modernas que han servido para alentar conductas tóxicas pueden ser útiles a la hora de amplificar la bondad. Que es posible reaprovechar la conectividad de la que gozamos y la viralidad de las redes sociales para promover conductas positivas.
Generosidad contagiosa es una invitación a repensar internet como una herramienta capaz de unir a la gente en lugar de separarla y de humanizar una sociedad hoy polarizada y egoísta. De llevar a cabo ese paso del yo al nosotros que inspire la confianza recíproca y posibilite la cooperación, que fue lo que permitió el florecimiento de las civilizaciones.
Porque tal y como afirma Anderson —y reza el lema de TED— es esa la idea que, por encima de todas, merece la pena difundir.
Chris Anderson ha sido testigo de los más importantes hallazgos, inventos e innovaciones tecnológicas de los últimos veinte años. Un día, al recapitular sobre todas las enseñanzas que había extraído a lo largo de su andadura como director de TED Talks, reparó en el hilo que conectaba todas esas grandes lecciones: la generosidad.
Poco después, el colapso del coronavirus lo llevó a explorar los mecanismos del contagio. Fue entonces cuando concluyó que hay algunas pandemias, como la de la generosidad, que pueden llegar a mejorar el mundo. Y que, aunque un acto altruista individual pueda tener poca influencia, si conseguimos hacerlo contagioso producirá una reacción en cadena capaz de impulsar comportamientos positivos a nivel colectivo.
En este inspirador ensayo, Anderson muestra cómo las mismas tecnologías modernas que han servido para alentar conductas tóxicas pueden ser útiles a la hora de amplificar la bondad. Que es posible reaprovechar la conectividad de la que gozamos y la viralidad de las redes sociales para promover conductas positivas.
Generosidad contagiosa es una invitación a repensar internet como una herramienta capaz de unir a la gente en lugar de separarla y de humanizar una sociedad hoy polarizada y egoísta. De llevar a cabo ese paso del yo al nosotros que inspire la confianza recíproca y posibilite la cooperación, que fue lo que permitió el florecimiento de las civilizaciones.
Porque tal y como afirma Anderson —y reza el lema de TED— es esa la idea que, por encima de todas, merece la pena difundir.