Escritor de día, superhéroe de noche. Cuando cumplió once años, Roberto se puso un antifaz y una capa y salió a la calle para salvar a la humanidad. Desde entonces, ya ha salvado a dos gatitos, un helecho y un perro abandonado. En cuanto al resto de la humanidad, sigue en ello. Ahora se ha vuelto a poner la capa y el antifaz para escribir Los Once.
De día juegan al fútbol, de noche son superhéroes
Los Once viajan a Cerro Alto, una aldea en lo más remoto de la Serranía de Cuenca, donde acamparán y jugarán el Torneo de la mítica Montaña Perdida contra Los Montaraces, el equipo local, y Los Hurones, los eternos rivales del Estrella Polar.
Después de un misterioso partido entre cabras y cascadas, cuando Los Once comienzan a acampar, una densa niebla envuelve la montaña… ¡y una niña de Cerro Alto desaparece sin dejar rastro! Y pronto le siguen más niños de Los Hurones y hasta del Estrella Polar.
¿Se han perdido en la niebla como creen los adultos? ¿Tiene algo que ver con la leyenda del brujo de la Montaña Perdida? ¿O se trata de algo más? En lo profundo del monte, un cazador solitario acecha a Los Once…
Los Once viajan a Cerro Alto, una aldea en lo más remoto de la Serranía de Cuenca, donde acamparán y jugarán el Torneo de la mítica Montaña Perdida contra Los Montaraces, el equipo local, y Los Hurones, los eternos rivales del Estrella Polar.
Después de un misterioso partido entre cabras y cascadas, cuando Los Once comienzan a acampar, una densa niebla envuelve la montaña… ¡y una niña de Cerro Alto desaparece sin dejar rastro! Y pronto le siguen más niños de Los Hurones y hasta del Estrella Polar.
¿Se han perdido en la niebla como creen los adultos? ¿Tiene algo que ver con la leyenda del brujo de la Montaña Perdida? ¿O se trata de algo más? En lo profundo del monte, un cazador solitario acecha a Los Once…