Nací el 5 de julio de 1970 en Argentina, en Buenos Aires capital, donde vivo en la actualidad. Descubrí mi pasión por la lectura a los ocho años. Me habían regalado Mujercitas, de Louisa May Alcott, y no podía parar de leerlo y releerlo. Ése fue mi primer libro gordo, pero entonces la familia entera comenzó a regalarme novelas para leer.
Soy esposa y madre de dos hijos, y siempre me ha gustado escribir. En 2004 redacté mi primera novela como un pasatiempo, pero nunca la publiqué. Además, tengo otras tres que nunca se publicaron. En tus brazos... y huir de todo mal es el título de una serie formada por Seducción y Pasión. Si me decidí a publicar esta novela, fue motivada por amigas que la habían leído y me animaron a ello. Me declaro sumamente romántica.
Encontrarás más información sobre la autora y sobre su obra en: www.fabianaperalta.com
Una noche puede cambiarlo todo, y las malas decisiones incluso pueden hacerte perder la razón.
Cameron Mitchell es el hombre más apuesto y sensual que he conocido jamás.
Es rudo, seguro de sí mismo y altamente irresistible.
Él puso la seducción, y yo me dejé seducir.
Él tomó la iniciativa, y yo me dejé conducir.
Él se quitó las ganas, pero yo me quedé con más ganas.
Él lo llamó ligue, yo lo llamé mala decisión.
Yo supe que no iba a olvidarlo, él me olvidó en cuanto se levantó de la cama.
Me propuse no volver a mirar atrás, pero por lo visto eso no será posible.
Verónica Gorisek es la mujer más embriagadora que he conocido jamás.
Me empeciné en tenerla y lo conseguí.
Estaba dispuesto a pasar de ella, pero ahora sé que todo fue un gran error.
Soy un hombre roto, un alma perdida, tengo cicatrices que nunca sanarán, y acarreo conmigo las consecuencias de una vida que nunca elegí.
Aunque la tentación será enorme, no puedo permitirme más.
Me propuse no volver a mirar atrás, pero por lo visto eso no será posible.
Cameron Mitchell es el hombre más apuesto y sensual que he conocido jamás.
Es rudo, seguro de sí mismo y altamente irresistible.
Él puso la seducción, y yo me dejé seducir.
Él tomó la iniciativa, y yo me dejé conducir.
Él se quitó las ganas, pero yo me quedé con más ganas.
Él lo llamó ligue, yo lo llamé mala decisión.
Yo supe que no iba a olvidarlo, él me olvidó en cuanto se levantó de la cama.
Me propuse no volver a mirar atrás, pero por lo visto eso no será posible.
Verónica Gorisek es la mujer más embriagadora que he conocido jamás.
Me empeciné en tenerla y lo conseguí.
Estaba dispuesto a pasar de ella, pero ahora sé que todo fue un gran error.
Soy un hombre roto, un alma perdida, tengo cicatrices que nunca sanarán, y acarreo conmigo las consecuencias de una vida que nunca elegí.
Aunque la tentación será enorme, no puedo permitirme más.
Me propuse no volver a mirar atrás, pero por lo visto eso no será posible.