Viajar es un modo de vida para Nicola Williams, escritora, runner, amante de la comida, aficionada al arte y madre de tres niños. Británica de nacimiento, ha vivido en un pueblo francés al sur de lago Lemán durante más de una década. Nicola es autora de más de 50 guías sobre París, Provenza, Roma, la Toscana, Francia, Italia y Suiza para Lonely Planet, y cubre Francia como experta para el Telegraph. También escribe para Independent, Guardian, lonelyplanet.com, Lonely Planet Magazine, French Magazine, Cool Camping France y otros periódicos y webs. En Twitter e Instagram se la puede seguir en @tripalong
La guía más completa de París, totalmente actualizada.
Por su emblemática y vanguardista arquitectura, por su maravillosa oferta gastronómica, por la posibilidad de comprar con estilo y por todos los tesoros artísticos que almacena, París siempre merece una visita. Y es que en la Ciudad de la Luz los museos, los bulevares flanqueados por monumentos y los bistrós clásicos captan la atención junto a una nueva interesante ola de galerías multimedia, tiendas de diseño y start-ups tecnológicas. Además de su grandeza, fascina su intimidad. Sus quartiers (barrios) son como un mosaico de pueblos y, aunque es una de las mayores metrópolis del mundo, con toda la cultura y las comodidades que ello conlleva, sus tiendas, mercados y cafés conservan un genuino ambiente de barrio. Y como cada pequeño “pueblo” tiene su propia personalidad que va evolucionando, se puede decir que en cada visita el viajero seguirá descubriendo y redescubriendo rincones ocultos de la ciudad.
Por su emblemática y vanguardista arquitectura, por su maravillosa oferta gastronómica, por la posibilidad de comprar con estilo y por todos los tesoros artísticos que almacena, París siempre merece una visita. Y es que en la Ciudad de la Luz los museos, los bulevares flanqueados por monumentos y los bistrós clásicos captan la atención junto a una nueva interesante ola de galerías multimedia, tiendas de diseño y start-ups tecnológicas. Además de su grandeza, fascina su intimidad. Sus quartiers (barrios) son como un mosaico de pueblos y, aunque es una de las mayores metrópolis del mundo, con toda la cultura y las comodidades que ello conlleva, sus tiendas, mercados y cafés conservan un genuino ambiente de barrio. Y como cada pequeño “pueblo” tiene su propia personalidad que va evolucionando, se puede decir que en cada visita el viajero seguirá descubriendo y redescubriendo rincones ocultos de la ciudad.